arvejas frescas o congeladas 500 g
agua cantidad necesaria
sal para hervir las arvejas a gusto
manteca 1 cucharada
cebolla picada 1
jamón cocido cortados en cubos pequeños 100 g
sal y pimienta a gusto
hojas de hierba fresca para decorar cantidad necesaria
Cocinar las arvejas en abundante agua con sal hasta que estén tiernas pero firmes.
Retirar y escurrir.
Colocar la manteca en una sartén y llevar a fuego moderado para fundir.
Incorporar la cebolla y rehogar hasta que esté transparente.
Agregar las arvejas y el jamón.
Saltear unos minutos.
Salpimentar, mezclar.
Decorar con hojitas de hierba fresca.
|