1 manojo de espinacas frescas o 500 g de espinacas congeladas
60 g de manteca o margarina
1,5 kg de tapa de buey
2 láminas de hojaldre descongeladas
200 g de queso azul
1 lámina de hojaldre adicional (opcional)
1 huevo, ligeramente batido
Para preparar las espinacas, separe las hojas de los tallos, cortando a lo largo de ambos lados de éstos hasta el centro
de cada hoja; lávelas bien.
Si son congeladas, descongele, descongele y escurra bien.
Escáldelos en agua hirviendo 30 segundos para ablandarlas; escurra, refrésquelas en agua fría, séquelas con papel absorbente
y resérvelas.
Caliente la manteca en una cazuela y dore la carne por todos lados para retener su jugo; déjele enfriar.
Reserve el jugo en la cazuela.
Ponga las láminas de hojaldre en una superficie lisa, solapando una sobre otra 1 cm y apretando para que queden pegadas.
Extienda espinacas dejando un borde de 5 cmm sin rellenar.
Ponga el queso, untado o desmenuzado, y luego la carne en el centro.
Doble hacia adentro los extremos y luego los lados hasta cubri la carne.
Ponga la juntura hacia abajo y decore con el hojaldre adicional, si lo desea.
Píntelo con huevo.
Hornéelo a 200ºC en una bandeja de horno engrasada entre 25 y 30 minutos, hasta que esté dorado el hojaldre.
Tape con papel de aluminio y déjelo reposar 10 minutos.
Sirva con la salsa del jugo y verduras.
Conviene dorar la carne con manteca o aceite antes de asarla, para retener su jugo y conseguir que quede tierna.
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